28 agosto, 2022

Hay una “bienaventuranza” de Jesús perdida en el evangelio y de la que siempre hemos hablado poco los cristianos: “Cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos. Dichoso tú si no pueden pagarte.

En realidad, se nos hace difícil entender estas palabras porque el lenguaje de la gratuidad nos resulta extraño e incomprensible.

Estamos olvidando lo que es vivir gratuitamente y no acertamos ya ni a dar ni a darnos. Hemos construido una sociedad donde predomina el intercambio, el provecho y el interés.

En nuestra “civilización del poseer» casi nada hay gratuito. Todo se intercambia, se presta, se debe o se exige. Nadie cree que “es mejor dar que recibir» (Act. 20, 35). Sólo sabemos prestar servicios remunerados y “cobrar intereses” de diversas maneras por todo lo que hacemos a lo largo de los días.

Sin embargo, los momentos m intensos y culminantes de nuestra vida son los que sabemos vivir en la gratuidad. Sólo en la entrega gratuita y desinteresada se puede saborear el verdadero amor, el gozo, la solidaridad, la confianza mutua. Dice San Gregorio Nacianzeno que “Dios ha hecho al hombre, cantor de su irradiación” y, ciertamente, nunca el hombre es tan humano como cuando sabe reflejar en su ser y en su actuar el amor gratuito y desinteresado a las personas y las criaturas todas.

Pero, ¿se puede vivir de manera “desinteresada” hoy en día entre nosotros? No hemos de engañarnos. El camino de la gratuidad es duro, difícil y a veces agotador. Es necesario un esfuerzo constante para amar con paciencia, dar sin correspondencia, acoger sin condiciones, perdonar sin exigencias.

Pero es posible recortar un poco nuestros intereses, renunciar a pequeñas ventajas, aprender a perder para poner alegría en la vida de los necesitados, regalar un poco de nuestro tiempo sin reservarlo siempre para nosotros, comprometerse en pequeños servicios gratuitos.

Pero, tal vez, todo esto es posible cuando se sabe que uno mismo es regalo inmerecido del amor de Dios y que, en definitiva, en la vida “el que pierde gana» como decía Ch. Peguy.

Acostumbrados a correr detrás de toda clase de goces y satisfacciones, ¿nos atreveremos a saborear la dicha oculta pero auténtica que se encierra en la entrega gratuita al que nos necesita?

Fraternalmente
Pbro. Luis Fernando Sotelo Anaya
Párroco


AVISOS

+ Iniciamos el próximo Sábado 3 de Septiembre la catequesis escolarizada y a preparación para los Sacramentos de la Comunión y Confirmación.

+ Seguimos ofreciendo los boletos de la rifa del 16 de Octubre

+ Jóvenes de 13 a 18 años que quieran participar en el grupo de Arco Iris, venir al templo los Martes 8:00 pm.