Carta del Párroco
También en el nuevo milenio sigue resonando la pregunta de Jesús: «Y, vosotros, ¿quién dicen que soy yo?» No es para llevar a cabo un sondeo de opinión. Es una pregunta que nos sitúa a cada uno a un nivel más profundo: ¿Quién es hoy Cristo para mí? ¿Qué sentido tiene realmente en mi vida? Las respuestas pueden ser muy diversas:
«No me interesa». Así de sencillo. No me dice nada; no cuento con él; sé que hay algunos a los que sigue interesando; yo me intereso por cosas más prácticas e inmediatas. Aquí las cosas están claras: Cristo ha desaparecido del horizonte real de la persona.
«No tengo tiempo para eso». Bastante hago con enfrentarme a los problemas de cada día: vivo ocupado, con poco tiempo y humor para pensar en mucho más. En estas personas no hay un hueco para Cristo. No llegan a sospechar siquiera el estímulo y la fuerza que podría aportar a sus vidas.
«Me resulta demasiado exigente». No quiero complicarme la vida. Se me hace incómodo pensar en Cristo. Y, además, luego viene todo eso de evitar el pecado, exigirme una vida virtuosa, las prácticas religiosas. Es demasiado. Estas personas desconocen a Cristo. No saben que podría introducir una libertad nueva en su existencia.
«Lo siento muy lejano». Todo lo que se refiere a Dios y a la religión me resulta teórico y lejano; son cosas de las que no se puede saber nada con seguridad; además, ¿qué puedo hacer para conocerlo mejor y entender de qué van las cosas? Estas personas necesitan encontrar un camino que las lleve a una adhesión más viva con Cristo.
Este tipo de reacciones no son algo «inventado»; las he escuchado yo mismo en más de una ocasión. También conozco respuestas aparentemente más firmes: «soy agnóstico»; «adopto siempre posturas progresistas»; «sólo creo en la ciencia». Estas afirmaciones me resultan inevitablemente artificiales cuando no son resultado de una búsqueda personal y sincera.
Cristo sigue siendo un desconocido. Muchos no pueden ya intuir lo que es entender y vivir la vida desde él. A quienes crean en esta posibilidad, les sugiero un primer libro escrito con lucidez y pasión por un pensador francés. A nadie dejará indiferente. Para muchos será una «revelación». Jean Onimus, Jesús en directo, Ed. Sal Terrae (Santander 2000).
Fraternalmente
Pbro. Luis Fernando Sotelo Anaya
Párroco
Aviso:
Como le había anunciado, no podremos realizar la kermes anual de nuestra parroquia, al igual que el año pasado, por eso, volveremos a realizar la rifa de 10 computadoras Lap Top. Las carteras de boletos contienen 25 boletos a $20.00 pesos cada boleto y la fecha en que realizaremos la rifa es el 21 de Noviembre en el Templo Parroquial al termino de la Misa de 10:00 am. Que es trasmitida y presencial. Esperamos contar con tu participación. Gracias