25 julio, 2021

Así se titula el sugerente libro publicado por Jean Claude Lavigne con la audaz intención de sacudir a los europeos de su «eurocentrismo» y ayudarles a descubrir la universalidad. Los hombres y mujeres del Norte han de aprender a hacerse «prójimos» de todos los seres humanos del planeta. Según Lavigne, la tarea es urgente, debido, sobre todo, a cuatro factores.

Se está produciendo en estos momentos una radicalización de la miseria, que reviste ya caracteres dramáticos en los países más pobres. Las situaciones infrahumanas en que viven algunos pueblos van más allá de todo lo conocido hasta ahora.

Por otra parte, los países del Norte no tienen experiencia directa de esta miseria. La mayoría de nosotros no tendrá nunca ocasión de encontrarse cara a cara y en profundidad con hombres y mujeres que mueren de hambre y sed.

Existe, además, un alejamiento cultural y lingüístico que hace difícil la comunicación y la sintonía con pueblos tan distantes de nuestra cultura moderna y de la «sociedad del bienestar».

Por último, la complejidad de la actual crisis económica acapara la atención de los pueblos ricos que abandonan cada vez más a su suerte a los habitantes más pobres de la Tierra.

El primer paso ha de ser no endurecer el corazón. No ignorar de manera sistemática la información que nos llega de esos países. No encerrarnos en el «no hay nada que hacer». No conformarnos con decir que es culpa del sistema económico o que se trata de pueblos indolentes y perezosos.

El segundo paso consiste en reaccionar llevando a cabo pequeños gestos, por modestos que nos parezcan o por escaso que sea su efecto. Aunque sólo haya sido por un momento, en secreto, alguna vez. Es importante vivir la experiencia de ensanchar nuestra solidaridad, mirar más allá de nuestro territorio perfectamente delimitado, sacudir la resignación.

Los gestos pueden ser muchos. Reducir el presupuesto familiar, colaborar en el envío de productos de primera necesidad, comprometerse en la campaña contra el hambre, apoyar la acción del 0,7, tomar parte en una marcha de protesta, colaborar con organizaciones de solidaridad con los pueblos del Sur.

Son gestos aparentemente muy modestos, pero necesarios para despertar nuestra conciencia, para ayudarnos a escuchar el grito del «pobre lejano» y para hacemos descubrir la inhumanidad de una «sociedad de bienestar» olvidada de los hambrientos de la Tierra. La escena de la multiplicación de los panes es una invitación a compartir más nuestros bienes, aunque sólo tengamos «cinco panes» y «un par de peces».
Fraternalmente
Pbro. Luis Fernando Sotelo Anaya
Párroco

Avisos:
Este Sábado 24 de Julio 2021 iniciamos la catequesis presencial, con grupos pequeños.
El horario es de 10:00 a 11:00 pm en el Centro parroquial de San Juan Bosco y San Estanislao
(López del Castillo y Quintana Roo)