15 octubre, 2023

La parábola de Jesús es de total actualidad. La invitación a la fiesta, al amor, a la fraternidad sigue escuchándose en el corazón de todo hombre. Pero, los convidados no hacen caso. Están ocupados en sus tierras, sus negocios…

¿Dónde buscan los hombres de hoy la felicidad? ¿A qué puertas llaman buscando salvación? Para la gran mayoría la felicidad está en tener más, comprar más, poseer más cosas y más seguridad. «Acumular, acumular: en esto consiste la ley y los profetas» (K. Marx).

Otros buscan el goce inmediato e individualista: sexo, droga, diversión, firestas de fin de semana. Hay que huir de los problemas. Refugiarse en el placer del presente.

Hay quienes se entregan al cuidado del cuerpo. Es importante mantenerse en forma. Ser joven. No envejecer nunca.

Son muchas las ofertas de salvación en nuestra sociedad. Pero son ofertas parciales, reductoras, que no proporcionan todo lo que el hombre anda buscando. El hombre sigue insatisfecho. Y la invitación de Dios sigue resonando.

Invitación que la debemos percibir no al margen sino en medio de las insatisfacciones, gozos, luchas e incertidumbres de nuestra vida. «Incluso allí donde se busca u ofrece algo parcial que tiene acogida entre los hombres, habrá que atisbar a Dios intentando llegar al hombre» (J. M. Mardones).

Es bueno que el hombre busque un bienestar mayor para todos, pero ¿qué plenitud puede haber tras ese afán de poseer televisores cada vez más perfectos, coches cada vez más veloces, electrodomésticos cada vez más sofisticados? ¿No hay muchos que poseen ya demasiadas cosas para ser felices?

Porque, después de caminar a la búsqueda de tantas cosas, no son pocos los que pierden su libertad, su capacidad de amar, su ternura, el disfrute sencillo de la vida.

Es normal que las nuevas generaciones busquen con afán otro tipo de salvación. Pero, ¿qué plenitud se puede encontrar cuando se han estrujado todas las posibilidades del sexo, se ha vuelto del «viaje» de la droga o se ha hundido uno en el aislamiento de un pasotismo total?

Los hombres seguirán siendo unos eternos buscadores de orientación, felicidad, plenitud, verdad, amor. Los hombres seguirán buscando, de alguna manera, el Absoluto.

Por eso, en medio de nuestra vida, a veces tan alocada y superficial, en medio de nuestra búsqueda yana de felicidad total, estemos alertas y veamos si no estamos desoyendo una invitación que, quizás, otros hombres y mujeres sencillos y pobres están escuchando con gozo «en los cruces de los caminos» de este mundo nuestro tan paradójico.

Fraternalmente

Pbro. Luis Fernando Sotelo Anaya


Avisos

Los días 18 y 19 de de Noviembre tendremos la “Tradicional Kermesse” de nuestra parroquia, como ya sabemos, también tendremos nuestra rifa el Domingo 18 de noviemre, dentro de nuestra Kermesse. Los premios son al primer lugar $30,000, al segundo $20,000, al tercer premio 10,000, ya están listas las carteras conta de 20 boletos a 30 pesos cada boleto. Como siempre contamos con su generosidad y servicio.