2 mayo, 2021

La vida cotidiana ocupa, con gran diferencia, la mayor parte de nuestra vida. Por otra parte, aunque pensamos que lo importante de nuestra existencia sucede en los momentos excepcionales, fuera de lo cotidiano, lo cierto es que la persona va creciendo o se va empobreciendo en esa vida aparentemente pequeña de cada día. Podemos «soñar» grandes cosas, pero en el fondo no somos sino lo que somos en el vivir diario.

He estado releyendo estos días el estudio que publicó hace dos décadas J L. Aranguren con el título Moral de la vida cotidiana. Un libro, como todos los suyos, lleno de agudas reflexiones y sabias pautas para aprender a vivir.

Según el pensador, no está nada fácil lo de vivir con cierta autenticidad en nuestro pequeño mundo de cada día. De entrada, querámoslo o no, casi todos hemos de desempeñar un rol, muchas veces impuesto; hay que ajustarse al «guion» y representar bien nuestro papel. Pero, ¿se tratará sólo de ser un buen «actor»? ¿Cómo ser el «director» de la propia vida?

Está luego, la presión social; hay que estar atentos «a lo que se hace», «lo que se dice», «lo que se lleva». Muchas personas perciben su vida como algo monótono y rutinario, sin aliciente alguno. Se puede deber, en parte, a esta ciega sumisión al comportamiento establecido por la mayoría. Pero, ¿Cómo ser más libres frente a tanta alimentación colectiva?

 Aranguren apunta formas muy frecuentes hoy de vivir la cotidianeidad. Hay quienes viven procurando en todo momento dominar la situación y sacar el mayor partido de lo que sea. Para otros, lo importante es aparentar, quedar bien, dar buena imagen; no les interesa «ser», sino «parecer». Muchos viven pensando sólo en lo inmediato; esclavos del reloj, la agenda y el calendario, sólo viven para trabajar y «hacer cosas». Así se les pasa la vida.

Pero la vida cotidiana puede ser mucho más. Aranguren recuerda que «hay un cómo hacemos lo que hacemos y un para qué lo hacemos, es decir, hay un proyecto». Cada uno de nosotros está llamado a apropiarse personalmente de la vida penetrándola de sentido. El problema está en cómo elaborar y vivir ese proyecto de persona que queremos ser.

Para el cristiano, la fe en Jesucristo se convierte en la fuente más decisiva de su vivir diario. De su mensaje y su espíritu extrae sentido, orientación, confianza, estímulo para vivir y crecer como ser humano. La llamada de Jesús que escucha en su interior no es una llamada entre otras, sino la que da sentido último a su vida. Quien toma en serio el evangelio y sigue de cerca a Cristo, cree en sus palabras: «El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante».

Fraternalmente
Pbro Luis Fernando Sotelo Anaya
Párroco

 

Avisos:

+Todavía tenemos bastantes boletos para la barbacoa de 23 de Mayo. Compra tu boleto $ 200 pesos  (1 Lt. De Barbacoa de puerco al horno, totillas, repollo y salsa) Hay aguas naturales de Jamaica, horchata, etc, a $15 pesos. Coopera y disfruta una rica comida.

+ tuvimos reunión con la Escuela Bíblica y la Catequesis Infantil, y hemos acordado: En la Escuela Bíblica iniciaremos con clases presenciales el Martes 11 de Mayo para terminar el ciclo que nos quedó del 2019-2020. Los semestres 2do, 4to y 6to. Con el mismo horario. Se han distribuido los lugares y los lugares estarán ventilados y habrá 2mts de sana distancia, con cubre bocas y los protocolos sanitarios.

+En la Catequesis infantil iniciaremos las inscripciones a finales de junio y repartiremos los grupos en los diferentes centros dela parroquia y así tendremos nuestra sana distancia y todos los protocolos ( 1, 2, 3, 4, 5 y 6 año de catequesis) Les daré mayor información.