5 septiembre, 2021

Hay muchas clases de soledad. Algunos viven forzosamente solos. Otros buscan la soledad porque desean «independencia», no quieren estar «atados» por nada ni por nadie. Otros se sienten marginados, no tienen a quien confiar su vida, nadie espera nada de ellos. Algunos viven en compañía de muchas personas, pero se sienten solos e incomprendidos. Otros viven metidos en mil actividades, sin tiempo para experimentar la soledad en que se encuentran.

Pero la soledad más profunda se da cuando falta la comunicación. Cuando la persona no acierta ya a comunicarse, cuando a una familia no une casi nada, cuando las personas sólo se hablan superficialmente, cuando el individuo se aísla y rehúye todo encuentro verdadero con los demás.

La falta de comunicación puede deberse a muchas causas. Pero hay, sobre todo, una actitud que impide de raíz toda comunicación porque hunde a la persona en el aislamiento. Es el temor a confiar en los demás, el retraimiento, la huida, el irse distanciando poco a poco de los demás para encerrarse dentro de uno mismo.

Este retraimiento impide crecer. La persona «se aparta» de la vida. Vive como «encogida». No toma parte en la vida porque se niega a la comunicación. Su ser queda como congelado, sin expansionarse, sin desarrollar sus verdaderas posibilidades.

La persona retraída no puede profundizar en la vida, no puede tampoco saborearla. No conoce el gozo del encuentro, de la comunicación, del disfrute compartido. Intenta «hacer su vida», una vida que ni es suya ni es vida.

Cuanto más fomenta la soledad, la persona «se aísla» a niveles cada vez más profundos y se va incapacitando interiormente para todo encuentro. Llega un momento en que no acierta a comunicarse consigo misma ni con Dios. No tiene acceso a su mundo interior, no busca su verdadera identidad personal ni sabe abrirse confiadamente al amor de Dios. Su vida se puebla de fantasmas y problemas irreales.

La fe es siempre llamada a la comunicación y la apertura. El retraimiento y la incomunicación impiden su crecimiento. Es significativa la insistencia de los evangelios en destacar la actividad sanadora de Jesús que hacía «oír a los sordos y hablar a los mudos», abriendo a las personas a la comunicación y la confianza en Dios y el amor fraterno.

El primer paso que necesitan dar algunas personas para reavivar su vida y despertar su fe es abrirse con más confianza a Dios y a los demás. Escuchar interiormente las palabras de Jesús al sordomudo: «Effeta», es decir, «Ábrete»
Fraternalmente
Pbro. Luis Fernando Sotelo anaya
Párroco.


Aviso

Como le había anunciado, no podremos realizar la kermes anual de nuestra parroquia, al igual que el año pasado, por eso, volveremos a realizar la rifa de 10 computadoras Lap Top. Las carteras de boletos contienen 25 boletos a $20.00 pesos cada boleto y la fecha en que realizaremos la rifa es el 21 de Noviembre en el Templo Parroquial al termino de la Misa de 10:00 am. Que es trasmitida y presencial. Esperamos contar con tu participación. Gracias

DIPLOMADO EN SAGRADAS ESCRITURAS.
Tiene una duración de 6 semestres. Iniciamos el primer semestre este 7 de Septiembre. Los horarios de clases son de 6:30 a 8:30 pm. Salones acondicionados y con refrigeración.
Las inscripciones y cuotas son gratis. Para Inscribirse venir a las oficinas parroquiales de Martes a Sábado de 9:00 am a 12:00 pm. o Marcar al 6622184093. Asiste.